Con ojos nuevos

Más que pintar, pinturrejeo. Me divierte, me relaja. Me concentro tanto en descubrir por dónde está la luz, cómo la sombra transforma los colores, dónde se ve más intensa, la proporción de los volúmenes...que el resto desaparece, mi mente descansa, tal vez deja de mandarme mensajes corrosivos del tipo: es difícil, no sabes, no es necesario, le va a molestar, te va a pesar lo que te diga... 

Así que, siempre que la situación me lo permite, saco el lápiz o las acuarelas.

Hace poco fue en la playa. El cielo estaba casi blanco. De esos días de calima y neblina. El mar un poco verdigris, un poco opaco, con motas más oscuras y algunas casi blancas, superficie brillante de espejo envejecido por el paso del tiempo. Se levantó un poco el viento, harto de su descanso matutino, de no poder jugar con nadie, ni una mala gaviota. Llegó primero una. 

Un niño se metió con risa alborozada. Detrás vinieron más y como por no dejarlos solos llegaron otras olas.

Yo también me metí. Quién puede resistirse.

- ¡Aquí te espero comiendo huevo, patatas fritas y un caramelo! Que no me pillas, que soy más lista que tú, que te paso por debajo, de cabeza.

¡Qué limpia se quedó el agua! ¡Ni la arena conseguía ponerla turbia! Nadé hacia adentro. ¡Qué fría por mis pies cuando paraba a ver por dónde iba!. Me dejé arrastrar por la resaca. y volví con ganas de pintar las crestas, las curvas de sus rizos danzantes.

Nunca lo había hecho. Me parece difícil, muy difícil. Pero eso últimamente no me frena. Saqué las acuarelas. Me senté frente al mar. El color fue una suma en mi cabeza. sólo tengo que dejar que el ojo elija. Aguada de verde y de turquesa. Muy claro, casi blanco. Primero definí el horizonte, apenas un tono más oscuro que el mismo cielo. Alguna sombra de olas muy lejanas. Zonas de luz....Al llegar a la orilla seguía habiendo olas. Y por primera vez las vi en detalle: su zona transparente, su concavidad más oscura, su espuma, otra zona más clara , el brillo del agua...y todo sin necesidad de detenerla. Y otra, y otra. 

No sé pintar tanta belleza pero es suficiente haberla disfrutado como si fuera nueva en mi retina.