Soñando campo a través.

Convocaré a mis muertos. A esos para los que ya no hay secretos, que ven con  luz limpia y el corazón tan grande como puedan tenerlo. Que vengan y me ilustren, me orienten el camino. Ellos que me quisieron y me siguen queriendo.
Lola, Miguelito, la tata Carmen, papá, abuelo, Theo, Eduardo, Pepi, (¡Tengo nombres de hombre! ¡Para que luego digan que yo no los valoro!) ¿No será que nunca supe aprovechar lo que me disteis? ¿Que estaba muy mimada?
(Por cierto papá: Sí supe decir no, pero no a todos).  "La vida no es tan fácil que no haya que ocuparse de ella, ni tan difícil que no se pueda vivir", le dijiste un día a Cristóbal. Pero a veces ¡se hace tan cuesta arriba! ¡Pesan tanto algunas decisiones! Porque no sé vivir mejor de lo que vivo y a veces duele, duele, no ver la Estrella Polar que me sitúe, a esa a quien  tender cuando me pierdo.
Con mis sentidos soñando campo a través y de costado, pero siempre al lado del camino. Me empeñé en que sabría. Pero no puedo alejarme del camino sin añorarlo. Y no puedo seguir vuestra vereda sin saber que no es la mía. Campo a través, sin marcas, quiero, con una brújula bien clara que me guíe.


Comentarios

  1. Los sentimientos que describes, propios y ajenos, son ciertos... Pero pertenecen a un tramo del camino que ya no es. Viven en el recuerdo..., siempre y cuando lo actives. De lo contrario "no existen".

    Podría decirse que es como una noria... dando vueltas, pero los canguilones no sacan nada del pozo. Pues nada hay, excepto el recuerdo!

    Además, se necesita alguien que, "encadenado con correas", la haga girar.

    Y una última consideración: el tiempo que permanezcas a su alrededor..., recordando, no prestarás atención a la Estrella Polar que cada noche te marca el camino.

    Abrazos Loles.

    PD: Lo dicho, por abrir la boca... No que tenga mayor relevancia.

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    1. Gracias por compartir conmigo tu experiencia. Siempre resulta alentador ver que hay quien anduvo tus caminos y va unos pasos más adelante. Un abrazo Ernesto.

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