Curri enamorada.

Curra ha estado en la playa. Se fue a Marbella en busca de un Jeque que le sufragara gastos, pero ha encontrado al amor y se ha olvidado del dinero. Eso dice.
-Es que nada más verlo...
-Se te alegran las pajarillas. Porque guapo debe ser y buen tipo debe tener.
-¡Hombreeeee!
- Alto, delgado, de movimientos elegantes, joven, de sonrisa fácil,
- Labios carnosos, piel tersa, músculos definidos pero sin exagerar
- Me estás pintando a cualquier vendedor de playa.
- ¿Es que tienes algo en contra de ellos?
- Más a favor que en contra. Es verdad que muchos son atractivos y hacen todo lo posible por ganarse la vida, que mira que tienen competencia,  pero he hablado poco con ellos, la verdad.
- Mira es que en el amor las palabras son una fuente de complicación. Mucho mejor no decir gran cosa. Que luego viene que si tú dijiste, que no que fuiste tú el que empezaste...
-¿Y cuando te canses de abrazos silenciosos y miradas de adivina adivinanza?
- Pero ¿Cómo me voy a cansar de eso?
- No sé, a lo mejor te sabe a poco...
-¡Tú no sabes lo que es un beso en condiciones!
- ¡Pues será eso!
No puedo decir que no lleve razón. Nada hay más fácil que una mala interpretación. Nada más puñetero que los recovecos de la memoria cuando se llenan de palabras desafortunadas. Nada más proclive a pasar de objeto de disfrute y complemento del yo a grano en el culo o dolor de muelas. Que lo intente, que lo intente. ¿Quién soy yo para juzgarla? Lo mismo los dos se vuelven mimos y se entienden estupendamente.