Wanted

Los pusieron por todos los árboles del parque. Eran carteles en blanco y negro, parecidos a los que se anuncian para dar clases particulares: 
Chica formal en segundo de bachiller se ofrece para clases de matemáticas e inglés Primaria y ESO. Llamar en horario de tarde.  Esos que tienen colgando el número de móvil en sentido vertical al final del folio, formando tiras de papel que parecen los flecos de una bufanda.
En este se veía un sétter irlandés: Se busca Perro macho, desaparecido en el parque. responde al nombre de "Chico". Se gratificará.
¡Con lo bien que me venía a mí una paguita extra!
Fue un golpe de suerte. Había salido a pasear temprano para quitarme la sensación de adormecimiento por las horas de quietud. Me siguió. Debía estar acostumbrado a la gente joven. Probé:
-¡Chico!
Y Chico me miró con sus ojos de perro  como diciendo que sí, que era él.
Me quité el cinturón con el que improvisé una correa y arranqué un número del primer cartel que me encontré. 

Me dieron un billete de cien, cosa que sólo había visto en las bodas de postín. Y decidí hacerme empresaria. "Valían nuestros cuerpos más bien una huida", pero por si las moscas, por si nos arrepentíamos, guardé los cien. 
El plan era coger el autobús. Plantarnos en la playa. Vivir de coquinas, de hacer recados  y de trampas y no volver jamás. 
Teníamos en la hucha lo suficiente para el viaje. Mi plan incluía llevarse unas fotos nuestras, de las de carnet. Hacer un cartel en caso de aburrimiento asegurando que se gratificaría a quien nos devolviera a nuestro domicilio. 
-¿Para eso los cien?
- Para eso. El teléfono de mi abuelo lo usaba yo, porque él estaba tan sordo que no se enteraba de nada. Así que pensé que era buena idea que en vez de llevarnos a casa, lo trajeran a él donde estuviéramos nosotros.
- ¿Y no te hubiera salido más barato coger el autobús de vuelta?
- Puede, ¡pero nos habríamos perdido la aventura del rescate, haber salido en un cartel de Wanted, como los forajidos de las películas, y mi abuelo, que nunca había visto el mar,  un viaje a la costa!

Comentarios

  1. Apañadita la joven... :)))))

    No sé si para empresaria pero para "lazarilla" del Tormes si que vales!

    Buen relato Loles.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. ¡jajajaja, el mundo al revés! ¡Un abrazo Ernesto!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares