Por si viene

Buscaba inspiración y me distraje con el sonido del viento. Fui a dar una paseo  por el agua, pero estaba muy blanda y amenazó con ahogarme. Vagué por las curvas de mi mente, que estaban en sordina. Así que me dejé llevar  y paseé con la mirada tras los pájaros. 

Los ví divertidos, risueños, quejicas, burlones. Los ví muy serios, creyendo que transformaban el mundo. A casi ninguno pude hablarle. 

Se me escapó la risa con algunos. Ingeniosos los que saben reírse de su suerte.

Encontré un verso líquido pegado a un ojo lloroso y, plaf, se hizo la luz por un momento. Muchos enamorados, espero que algo más que digitalmente enamorados. Mucho llanto, mucha queja por pérdida amorosa. El pan nuestro de cada día. 

Leí una novela. Vaya novela rara. De un soldado trata, que perdió a su mujer en vez de la guerra. Aunque, hablando figurado, qué mayor guerra que la diaria.

Ví una serie famosa. Lloré un poco  también. Me conmoví.
Me manda mensajes Duolingo, el buhíto me echa de menos por no estudiar portugués, los cinco o diez minutos que le dedicaba todos los días.

En fin, me fui bajando al suelo de la nube en la que me había subido. Sigo buscando inspiración pero se empeña en escaparse. Debe andar por la playa tomando el sol o saltando olas veraniegas que llegaron con retraso a la costa. Causantes de este calor tardío sin duda alguna.

Justo antes de dormir me salen frases larguísimas, que olvido durante el sueño. Que la inspiración te llegue trabajando. ¡A ver si llega!