Curri se va de vacaciones

Curra Sanchís, mi alter ego desaparecido, ha venido a visitarme muy alterada.

- ¿Te pasa algo Curra?

-¿Que si me pasa algo? ¡Lo pienso tirar por la ventana, por el río, por el mar, al espacio sideral si hiciera falta!

-¿Qué es lo que vas  a tirar?

- ¡Pero es que no te enteras de nada!

-Yo creía que eras tú la desaparecida. Tú eres la que vives entre twitter y otras hierbas similares. A ver, cuenta, soy toda oídos.

-Con eso de que me pusiste muy sexi, que yo me lo creí, que me gusta ligar y esas cosas me salió pareja.

-¡Mira!, ¡qué interesante! ¿Pero es ese que tanto te gustaba? 

-No, no. Ese hablaba de su mujer y de sus impresiones sobre todos los amores. Me costó darme cuenta. Mientras... llegó él, le hizo tres carantoñas a mi vanidad y me metió en el bote. 

- ¿Te echó muchos piropos? ¡Qué majo!

-  Sí pero se debió pensar que yo era de otra forma. Cualquier duda que tuviera y comentara me la devolvía en forma de queja

- Pues no sé si te entiendo.

- Mi perfil, ¿lo recuerdas?: culta, guapa, alta, sexi, bien preparada...da la impresión de que no voy a tener ni una duda, ni un temor, ni una alteración del ánimo, ni una falta de comprensión... y si la manifiesto es que estoy desequilibrada o que no soy reflexiva, con la de privilegios que gozo, o que es que soy muy débil de carácter, cuando no infantil o mimada, en fín que no me entran ganas de contar esas dudas porque encima me cae un chaparrón tipo tormenta con granizada incluida.

- Y entonces se quejará de que no le cuentas nada. 

- Pues la verdad es que sí, y lleva razón.

- ¿Y no se da cuenta de que reaccionando como reacciona no resulta muy apetecible como confidente?

- Sí, de hecho él mismo lo dice, que sabe que eso me hace no contar con él para esas cosas. Pero que no puede evitar enfadarse cuando me descargo con mis amigas

- Típico.

-¿Típico? No lo pillo, la verdad

- Es que no quiere que dejes de ser perfecta, porque entonces te tiene que apoyar y no sabe cómo hacerlo. Es muy incómodo no saber resolverle la vida a alguien.

-¡Tampoco hace falta que me la resuelva! A lo mejor puedo yo sola. A veces sólo te hace falta oírte en alto. Decir lo que te preocupa con un oyente de carne y hueso para conocer las proporciones de lo que te preocupa.

- Además, mientras te aleja con sus comentarios le das la excusa perfecta para mantenerse lejos. Oye, pues no es tan tonto el mozo, se asegura de tenerte sin arriesgarse o arriesgándose bien poco. ¿Cómo dices que se llama?

- Ni se te ocurra. Ahora que lo he entendido me pienso ir de vacaciones a Honolulu sin cargo de conciencia. Hace una temperatura estupenda. Creo que él también quiere vacaciones. Es más de interior. Lo mismo se queda por la estepa rusa.

-Seguro. Para hincharse de polvorones.