¿Y yo qué fui para tí?
Hubo un tiempo en el que se dedicó a descubrirse sin tapujos. Tuvo que hacerlo con ayuda, por eso del punto ciego que todos tenemos, y por todas esas cosas que no nos dejan vernos como somos: la costumbre, las creencias de la época, lo que nos gusta engañarnos, lo que nos embarullamos en ocasiones... Pasaron varios años después de la terapia y un día se encontró hablando de aquello. Iba con un amigo y al querer hablarle de esa época se quedó perplejo, porque no sabía cómo definir la relación que llegó a tener con su terapeuta. Se imagina preguntándole ¿y yo qué fui para tí? Y aunque lo veía contestándole, no conseguía oír la respuesta. Estaba claro que había sido su terapeuta, pero, ¿qué había sido él para aquella persona? ¿Su paciente? ¿Su cliente? ¿Su proveedor? ¿Era sólo un asesoramiento profesional? No diría él eso, había algo más. ¿Su conocido?(Sí, sí, desde luego llegó a conocerlo bastante, pero qué conocido tan peculiar, por lo desigual de la relación, él apenas sabía nada de s