¿Y yo qué fui para tí?

Hubo un tiempo en el que se dedicó a descubrirse sin tapujos. Tuvo que hacerlo con ayuda, por eso del punto ciego que todos tenemos, y por todas esas cosas que no nos dejan vernos como somos: la costumbre, las creencias de la época, lo que nos gusta engañarnos, lo que nos embarullamos en ocasiones...

Pasaron varios años después de la terapia y un día se encontró hablando de aquello. Iba con un amigo y al querer hablarle de esa época se quedó perplejo, porque no sabía cómo definir la relación que llegó a tener con su terapeuta. 

Se imagina preguntándole ¿y yo qué fui para tí? Y aunque lo veía contestándole, no conseguía oír la respuesta.

Estaba claro que había sido su terapeuta, pero, ¿qué había sido él para aquella persona? ¿Su paciente? ¿Su cliente? ¿Su proveedor? ¿Era sólo un asesoramiento profesional? No diría él eso, había algo más. ¿Su conocido?(Sí, sí, desde luego llegó a conocerlo bastante, pero qué conocido tan peculiar, por lo desigual de la relación, él apenas sabía nada de su pareja, de sus hermanos, de sus hijos... ). Le hubiera gustado decir que les unia  una gran amistad, pero se daba cuenta de que sin dinero por medio no había relación... ergo...

No conseguía decidirse. Tuvo adicción  a la relación, es una manera de hablar, seguramente fue porque se sintió escuchado, y eso siempre engancha. O, por lo menos, a él le pasaba. También porque era ocurrente. Sí.  Rieron y lloraron, (a veces de risa). Pero cuando se acabó quedó un vacío mudo.

Tan mudo que no pudo seguir contando la historia. 




Comentarios

  1. Me toca de cerca esta historia. Lo he pensado varias veces, un terapeuta es como un amigo al que pagas para contarle tus cosas.Y visto así me parece muy frío.
    Soy coach y acompaño a personas en ese proceso de descubrirse, a lograr transformaciones personales con algún objetivo concreto y otras veces no tan concreto, porque también soy formadora de coaches. Yo no hago terapia, aunque sea terapéutico. Siempre les digo a mis coachees que es una relación de igual a igual, pero es cierto que hablamos de esa persona y no de mí, aunque sí abro la posibilidad de que me hagan preguntas si lo necesitan. Lo que sí puedo decirte es que con todos mis coachees y mis alumnos genero un lazo emocional muy fuerte. No son meros clientes, con algun@s mantengo una amistad desde hace años. Con otros no. Pero con todos el vínculo y el cariño es muy grande.
    Y me quedo pensando en la pregunta de tu protagonista

    Besos

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    1. Yo creo que lo que empieza siendo un asesoramiento profesional, por la naturaleza del asesoramiento, pasa a convertirse en algo más. Aunque no sea una relación entre iguales propiamente dicha, es cierto que se deben crean lazos muy fuertes, pero también entiendo que para el que deja una terapia, si no vuelve a haber más relación, pueda haber esa etapa de confusión, o de vacío.
      Me hicieron esa pregunta hace mucho tiempo, también una relación desigual, pues en el momento de la relación yo había sido una adolescente, casi joven ya, y él era un adulto. Pero tenía esa extraña capacidad de escuchar sin juzgar de forma más bien amorosa, que nos permitía vernos a nosotros mismos.

      Al final le dije que era como mi hermano mayor. Igual al protagonista de la historia le pueda valer esa respuesta.
      Gracias por tu comentario. Un abrazo Alís.

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    2. (Y por lo tanto, el que hace la terapia es como su hermano pequeño)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Pues yo le pregunto a Alís... ¿Qué soy para ti? porque a la pobre la tengo amargada con mis historias... jajajaja (es buena en lo suyo la jodía) 😂
    Besos, Loles.

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    1. Qué bien que puedas contar con ella! A ver si te contesta! 😄
      Un abrazo Laura!

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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    1. Perdona, Laura, tu comentario ha llegado repetido y lo había publicado dos veces! 😅

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  5. Hola Loles, cuanto tiempo sin pasarme por aquí, espero que estés bien.
    Yo soy bastante introvertida y no me veo en esa situación de hablarle de mi a un terapeuta, pero imagino que debe generarse una fuerte relación entre ambos, mas allá de que en algunas ocasiones se establezca una amistad.
    Un beso grande

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    1. Hola Carmela! Qué alegría!
      Pues sí que deben ser relaciones estrechas, especialmente si la terapia es de cierta duración.
      Yo no sé si sabría cambiar de registro en la relación al terminar la terapia, tampoco sé muy bien si se puede separar lo profesional de lo personal tan fácilmente.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo fuerte

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