Va a ser que aún se acuerdan de mí

 Tengo un compañero de curso que es ocurrente. De esas ocurrencias disparatadas que salen cuando se coge el rábano por las hojas a propósito. Me voy a proponer redactar las que va soltando, porque no tienen desperdicio.

Hoy, sin embargo, te quiero contar una anécdota de los alumnos que tuve el curso pasado. Ya no estoy en el colegio, pero debe ser que alguno de los pequeños no concibe que los maestros tengamos casa, que podamos vivir fuera de las paredes del centro escolar.

Hoy, al llegar, se han encontrado a "Huesitos", el modelo tamaño natural de esqueleto que tenemos en el cole. Lo han dejado sentado en una silla, con un moco verde colgando, el termómetro en la mano, una bufanda y una carta en la que dice que está muy malito, que si  pueden enseñarle a cuidarse.

Éric, (lo dejé con tres años y aún no ha cumplido 4), ha dicho nada más verlo:

- Esa debe ser la seño Loles que se quedó en la clase solita y encerrada, porque ya no viene.

Parece ser que mis compañeras no se han podido aguantar la risa. Yo tampoco hubiera podido hacerlo.