Tell me lies, tell me sweet little lies

A todos nos gusta oír mentirijillas, especialmente cuando lo que se nos viene encima no lo podemos barajar.

Todos queremos oír que todo va a salir bien: nuestros estudios, la relación con nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestra familia. ¿Quién no desea eso?

Y luego la vida se muestra y compruebas con dolor que no todo sale bien por mucho que te lo hayan dicho los que te quieren. Que hay enfermedades terribles que nos hacen sufrir. Que no siempre aciertas en tus elecciones, que no siempre puedes sacar la perla que llevas dentro para dársela a los que amas. 

Con suerte, alguna de esas situaciones tan duras te ocurre teniendo a alguien al lado. Alguien que no te asegura que todo va a ir bien, pero del que sabes que siempre estará ahí por si tú lo necesitas. Y casi sin proponértelo descubres el valor del ojalá.

"Ojalá no tengas que pasar por ahí. Un abrazo fuerte" 

Ojalá: porque sé que no tengo certeza del final y sé lo dura que es la incertidumbre en las situaciones difíciles

Un abrazo fuerte:  porque sólo tengo un abrazo para sostenerte, sin más certidumbres, con el mismo miedo que tú tienes, aun así toma mi abrazo, no estás solo.

A mí no me deis certezas cuando no podáis dármelas. Dadme abrazos y ojalás que me digan que conocéis mi deseo de salir del agujero cuanto antes.