A solas

Lo primero que encuentra es un pasillo ancho. Las paredes desnudas. Puertas a izquierda y derecha, idénticas. Al lado del marco en el lado izquierdo, a la altura de los ojos de un hombre promedio,  un rótulo con un nombre: Anso, William, Agustín, Thomas, Isidoro, Jhon, ... Lo recorre entero antes de entrar en la suya. Forma cuadrangular. Las habitaciones alrededor de un patio central sin apenas vegetación.  Las exteriores a un parque privado, una antigua huerta con numerosos frutales en plena producción. Una luz blanquecina resbala por el suelo brillante. Crujen los zapatos de goma con la cera que pusieron. Al volver una de las esquinas dos puertas inusualmente cercanas: Lavandería- Limpieza. Al abrirlas se descubre un habitáculo sin luz natural. Varios cubos con fregona. Un grifo en una pila, un par de recogedores, dos escobas, trapos viejos de algodón, productos de limpieza. Cada cosa en su sitio. Ni una gota fuera de la tubería. En la habitación contigua una tabla para la plancha y plancha. Algunas sábanas y toallas de repuesto
Sus ojos recorren cada balda antes de apagar la luz y cerrar la puerta. Ahora no sabría decir si le conviene dirigirse hacia la izquierda o hacia la derecha. Si su habitación, que es de las que da al patio, está o no más cerca de las escaleras que del ascensor.
- Al final llegaré por cualquiera de ellos- Se decide por la izquierda. Oye cerrarse una puerta. El pasillo continua vacío y silencioso. Sólo cuando se detiene un momento buscando la llave, oye lo que parece una conversación telefónica en voz muy queda. Sigue unos metros. Abre la puerta. Suelo de tarima flotante. Una cama individual, un armario con un par de mantas. La ventana muy amplia pero alta, el visillo corrido, velando la vista. En el fondo la puerta que da al baño.  Pequeño pero suficiente, y ¡con ventana!. Lo que daría por tener uno de esos en su casa. Se oye una ducha en funcionamiento en la habitación de al lado. Se acerca a la ventana. En realidad es solo una hoja. La otra hoja pertenece al baño del vecino. Sin duda la habitación es simétrica. Ahora recorre el resto de ventanas. En una de ellas descubre la sombra de dos personas en movimiento. Sabe que hay alguna pareja. Se mira en el espejo. 
-Aprovecha la ocasión- se dice. 
Sale a la calle. Busca el sol, traía frío del viaje. Recibe el aire templado, los aromas del parque como una llamada. Se adentra en ellos.

Comentarios

  1. Un relato muy natural. Una sugerencia que no sé bien hasta donde la conducirá... Ella ha decidido!

    Abrazos Loles.

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