Impresiones. Dónde

Se sacó las cosas de los bolsillo: un cordón roto de los zapatos gorila, un caramelo de menta, un papel arrugado, un clip de papelería, dos canicas, un trozo de cuero... Luego volcó la mochila. El capuchón de un boli, pedacitos de goma de borrar, pedacitos del plástico que impermeabilizaba la cartera por dentro...

- ¡Si ni siquiera sé muy bien el aspecto que tiene!

- ¿Pero qué buscas?

- Es que no lo sé muy bien. Tengo la impresión de haber olvidado algo.

- Así que estás como en el supermercado cuando no llevas la lista, mirando a ver si al verlo te acuerdas de lo que necesitas.

- ¡Exacto! Perdona, voy a seguir.

Revolvió el batiburrillo que tenía delante. Lo miró con insistencia como queriendo descubrir en ese cambio de perspectiva algún detalle revelador. Siguió sacando cosas de los cajones: fotos antiguas, una concha de una playa desierta, algún dibujo en el margen de los apuntes. La espalda reclamó un cambio de postura. Se levantó del suelo. Se puso las manos en la cintura arqueando la espalda para contrarrestar la curva que había mantenido volcada sobre los objetos. Se subió un poco los pantalones mientras les dedicaba un último vistazo.

- Ahí os quedáis - les dijo mentalmente. Luego,  en alto:

- Después recojo.