Tratado antipoético

Tómese la cloaca plataniforme a ser posible erecta.

Agítese dentro de la cloaca en forma de botella invertida

Comprímanse ambas cloacas hasta el estertor 

A cuentas del estertor, también llamado clímax, se provoca un movimiento de ondulación que favorece la unión de los gametos o células capaces de producir un nuevo ser.

No es óbice decir que, estrictamente hablando, esa unión no necesariamente se produce con contacto físico de dos sexos diferenciados. Aunque ciertamente los gametos han de proceder de individuos con carga genética complementaria.

De resultas de esa unión, y si el producto consigue anidar en el útero con éxito, se expulsará, por la misma cloaca por la que entró el gameto masculino y la última porción del aparato reproductor, un nuevo ser. 

Lo de la descendencia puede ser un mero accidente, Y así ocurre de hecho con muchas parejas que sin prever esa posibilidad lamentan su porca miseria.

Lo de la unión de los cuerpos ya habrás supuesto, hijo mío, que no precisa de sexos contrarios, iguales o complementarios, porque los deseos son muchos y variados, y cada cual los satisface como mejor le parece. 

Aunque todos intentan disimularlo, este es el verdadero fin último y causante de  la principal fuente de suspiros, llantos y  goces de la humanidad. 

Entenderlo de otra manera es añadir poesía, cuando no cuentos para no dormir... pero para eso están los poetas y los más estirados puritanos. Sálvenos nuestro Señor de ambos extremos que sólo consiguen deformar lo que hay, porque la cosa, objetivamente hablando, es la que es.

(Carta de un buen hombre a su hijo imberbe)