Sin palabras.
No me lo expliques. No me lo digas. No ayudes a mi cabeza, se crece y pasa como apisonadora quedando así satisfecha.
No me lo expliques. Déjame saborear la luz un sólo instante. Es suficiente. Ya se queda conmigo para siempre. No me lo expliques. Para mí no es tragedia que se mude. Ya tengo el sabor en mis pupilas, es parte de mi aunque no sepa contarlo.Está, no se ha ido. Aunque no sea mía.
Aunque no sea eterna.
Sigue bañando superficies, haciéndolas ligeras. Es luz. Es dueña de sí misma. La amo sin palabras. La he gozado. Su olor está conmigo siempre.
Silencio pues... Compartido.
ResponderEliminarAbrazos Loles.
Jajajajaja, al menos silencio hasta que lo vivas. Un abrazo Ernesto. Gracias por pasar por aquí.
Eliminar