La munición de la guerra
Los equívocos sostenidos por la falta de confianza. Desear un exclusividad que estrangula. La sospecha permanente. La descalificación por lo que no está al gusto propio. La exención de cualquier tipo de responsabilidad en los asuntos complicados. La poca validez concedida al mundo común ya construido. La falta de un lenguaje común.
No quedan palabras. Ni el eco responde
Ya cada uno librando sus propias batallas.
Gracias por tu bello comentario en mi blog
ResponderEliminarMe has alegrado la vida
Hay tantas batallas que lidiar, que me acaba de entrar una pereza brutal... jajajaja
ResponderEliminarBesitos Loles.
Siii, pero saber por dónde vienen las balas siempre da un poco de ventaja! Un abrazo LAura
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