De luz

No puedo cambiar, ni quiero, eso que eres.

Fuiste de luz. Porque contigo supe lo mucho que  me han querido. Con sólo tenerte entre mis brazos, con sólo verte. Porque eres tú quien me  hizo descubrir a cada minuto la fuerza  de la vida. 

Ya sabes que no soy nada especial en cuanto a madre se refiere. Entre  todas mis limitaciones algunas son importantes, lo sé, no tengo dudas. Somos tan complejos, tan inabarcables que siempre andamos los padres escasos de algo que es vital para nuestros hijos. (A veces nos escaseamos a nosotros mismos de esas cosas, o, aun peor, no sabemos ni dónde conseguirlas).

Fuiste de luz. Eres de luz. También oscuridad. Ya sabes que hace falta contraste para poder ver los contornos, para poder ver (nos).

No puedo cambiar, ni quiero, eso que eres. Pero sabe Dios que quisiera verte libre de todos los dolores que llegan sin pedirlos. De la angustia que causan. Del miedo.

Comentarios

  1. Es tan real tan bello lo que has escrito
    que me has dejado sin saber que escribirte
    Abrazos inmensos

    ResponderEliminar
  2. Gracias Mari Carmen. Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
  3. Pues sí que te has abierto. Uf si pudiéramos evitar sus dolores y sus miedos.
    Hermoso...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al menos hacerlos breves. Un abrazo Luz

      Eliminar
    2. Un vértigo lo de ser padre, madre. Yo, nunca me he atrevido a asomarme a esos abismos de, como dices, luz y oscuridad. Espero que todo bien, Loles; un abrazo.

      Eliminar
    3. Todo mucho mejor. Gracias!
      Un abrazo fuerte

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares