En Navidad

Barullo en la cocina. Platos preparados a falta de fuente. Fuentes listas para llevar a las mesas, seductoras. Cuatro, una por mesa. En la habitación de al lado, donde  antaño se ponía la mesa de los niños, uno corta jamón, varios se acercan a charlar, a sacar el aperitivo. Corrillos de sobrinos. Corrillos de cuñados. Un bebé de brazos en brazos, risueño,  facilón, de los que gusta tener porque cualquier mirada, cualquier palabra amable, cualquier caricia en la nariz, en las manos, en la mejilla...son sonrisas y algún balbuceo.
- Tú y yo vamos a poner los vasos- ese tú (de madre francesa), me mira divertido, «¿Qué dirá la hermana de mi abuela?» Damos muchos paseos, porque con él en un brazo no puedo coger más de cuatro a la vez y en cada viaje echamos unas risas.
Otro pequeño, incansable, ensayando subir y bajar diminutos escalones. Marcha adelante, marcha atrás...con determinación y entusiasmo (para preocupación y sobresalto de su abuelo que lo ve tambalearse a cada intento).
A la hora de la comida, todo estupendo, le siguen los regalos y la foto.
Nada consigue tapar el hueco que dejan los que murieron, pero se amplía el espacio donde caben nuevos amores. Como brotes nuevos llenos de vida que te ilusionan, de los que no quieres perderte nada. Algunos todo expectiva, todo por desarrollar, todo por descubrir. Otros con parte de su vida ya mostrada y  en continua construcción, lugares nuevos  que llegan como la nueva parte inseparable de un sobrino o de un hijo.
Como un jardín que se amplía, que te ilusiona con cada brote nuevo. Así.

Comentarios

  1. Sí en Navidad, principalmente, suceden todas estas cosas... O sucedían... O deberían suceder!

    Los tiempos de hoy, en tanto, no son los de ayer. Y no es que los eche en falta, ¡que no!, pero no puedo obviar su carencia.

    Abrazos Loles. Feliz Noche y Año Nuevo.

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    1. Es increíble la influencia que tuvieron los primeros años de nuestra vida. A veces pienso que nos marcaron con una intensidad desconcertante. Somos complejos e inmensamente ricos en capacidad de recreación de lo que nos construyó y posibilidades de creación (menos mal), de lo que nos construye.
      Un muy feliz Año Nuevo Ernesto.

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  2. Buena entrada Loles, y fiel reflejo de las comidas navideñas, donde por otra parte, te acuerdas más de los que ya no están. Un abrazo

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    1. Gracias Juande, por tu comentario y por ser parte de la fiesta. Un abrazo

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