Sabor a mar

 Hemos ido a la playa, Lula y yo, y me ha vuelto a ilusionar redescubrir el mar a su lado.

Luego he conocido a mis vecinos de sombrilla y hemos estado charlando un buen rato. Es lo que da ser del mismo gremio y ver que el otro también lo disfrutó. 

Se marcharon temprano. Lula me retó a rodear el espigón.

Qué gozada el roce del agua con la piel, la transparencia, hacer el muerto sin el más mínimo esfuerzo, salir sin que de frío, el sabor salado en mis labios, el brillo de la luz rebotando en el agua, la oscuridad de los bañistas que quedan a contraluz con un borde iridiscente que define los hombros, los brazos, la cabeza... 

Las duchas están cerradas por la sequía. Mejor. Nos durará el sabor a mar bien tierra adentro.

Comentarios

  1. Pues sí, recuerdo ese sabor a mar...
    Otros tiempos. Hasta otros mares, más limpios, más naturales. También los bañistas lo éramos.
    Abrazos Loles.

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    Respuestas
    1. A mí me ilusionó, como cuando era pequeña, ir con una niña que ya sabe nadar. Un viaje rápido, de ida y vuelta en el día, que a Córdoba sólo le falta mar 😅
      Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo Ernesto

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