Paradoja

Creo que ahora es cuando enseño mejor a leer, tal vez la numeración. 

Y sin embargo me siento engañando a mis jefes y además no sé aún enseñar lo más importante que se puede comunicar, que es a relacionarnos de forma amorosa, es decir respetuosa, consciente, libre y atendiendo las necesidades del otro (en este caso de todos y cada uno de mis alumnos). Pero eso, por suerte, no es solo competencia mía. Como decían en alguna tribu africana, para educar a un niño, hace falta toda la tribu.

Me siento estafando a la Administración Pública: No entiendo lo que dicen las instrucciones para aplicar la ley, especialmente las últimas. Siempre he ido un poco a palpas, porque a poco que ahondas te das cuenta que cada uno entiende cosas parecidas, pero diferentes, de lo que se dice en esos marcos tan completos y a veces tan grandilocuentes (por poco realistas) que tenemos por leyes.

No entiendo para qué hay que hacer las programaciones en chino, y soy ya muy mayor para aprender ciertos idiomas.

No me gusta hacer la pelota a los que nos organizan cursos infumables para que aprendamos lo que ahora se nos exige, por más que ellos se esfuercen por que entendamos la importancia de crear mentes críticas,  la excelencia en todas las competencias, incluída la de conocerse a sí mismo, expresarnos con pleno  dominio de las emociones (los niños de E Infantil también, ¿de qué planeta serán?), ser digitalmente expertos, tener capacidad de emprendimiento, competencia de ingeniería (también en E Infantil, ¡socorro!, ¿eso cómo se enseña?), de colaboración ciudadana, y yo no sé cuántas cosas más, que aunque las sepa no las voy a poner porque la lista es larguísima.

Me lo paso bien con mis alumnos, pero me va costando levantarme. 

Vienen tiempos difíciles en educación. Siempre lo han sido. Los maestros que llevamos ya unos años (yo 39), venimos de otra época, de otras aspiraciones, no siempre entrevemos  hacia donde nos dirigimos. No el marco legal, que normalmente es bueno aunque no sea siempre realista, sino hacia dónde nos van a llevar las prácticas reales de los padres, de la escuela, de la mentalidad dominante, esa que crean influencers, programas de alta audencia de televisión... y cómo sacar el mayor provecho de eso.

Creo que ya es hora de dar relevo. Tal vez los que están más cerca de esta forma de entender la vida, estén mejor preparados para esto. 


Comentarios

  1. Buenas noches amiga.
    No es nada habitual que esté en el ordenador más allá del mediodía, pero hoy y por un tema técnico que quería resolver, me has pillado... :)))))
    Ya es tarde e iba a cerrar, te leo mañana. Pero me he alegrado de verte aparecer por aquí.
    Abrazos Loles.

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    Respuestas
    1. Sí, lo de tiempos difíciles en educación lo entiendo. Así como lo que puede significar eso para quienes os habéis dedicado a ello, os dedicáis hoy. Pero observáis que los tiempos, los métodos y la vida, incluida la del alumno, a la edad que sea, no son lo mismo...
      Sí, tal vez ya sea hora, como afirmas. Y ello no debiera conllevar ningún problema personal. Cuando quiera que sea esa hora!
      Abrazos Loles.

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    2. Problema ninguno! Ahora toca disfrutar de esas otras cosas y esas personas a las que no he podido dedicar el tiempo que quería. Un abrazo. Gracias por pasarte 😘

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