Gajes del oficio

Quisiera escribir sobre educación. La oficial. Siempre vamos tarde. Para reconocer lo valioso. Tal vez demasiado rápidos minusvalorando lo que no es útil al sistema.

Ahora se habla de competencias. Se pretende que todos seamos competentes en casi todo. Parece que aspiramos a una sociedad de multitalentosos. ¡Vaya gafas! ¿No sería más realista entender que hay distintas capacidades aunque haya que trabajarlas todas? ¿Que es lo suyo que seamos muy distintos también en eso?

Si me veo desde los ojos de Mozart, o Beethoven, somos todos bastante incompetentes, musicalmente hablando.

Si desde los de cualquier matemático, como la mujer de Aristóteles, la de la proporción áurea, son pocos los que consiguen deducir una pequeña fórmula o explicar el significado de las derivadas, mucho menos aplicarlas a sus cálculos habituales. 

Si desde los de Cervantes... ¡Ay si Cervantes levantara la cabeza! Yo suspendería a más de un legislador y no soy ni siquiera escritora. Pero es que se nota lo de encargar la ley a equipos de legisladores que no se acaban de poner de acuerdo en la forma de redactar cada apartado. (Esos en competencia comunicativa o lingüística: suspenso)

De la expresión artística no me atrevo ni a hablar. Porque se espera que nuestros niños tengan la capacidad de expresión de cualquier artista que se precie (como parte de su competencia comunicativa y plurilingüe. Aunque a lo mejor tendríamos que meter aquí también  la de conocimiento personal y social o como se llame en este mometo).

Ojalá yo hubiera sabido con seis años (como se espera que hagan los niños actuales) entender el mundo de las emociones como lo hago ahora, y saber manejarme con ellas  para conocerme mejor. Y, pirueta con doble o triple mortal, tener los recursos suficientes para regularlas y expresarlas en su justa medida. 

Y para rizar el rizo, (o para tenernos entretenidos, como diría mi madre), tenemos que programar con una nomenclatura por la que hay que pasar sí o sí. Como si no supiéramos entretenernos buscando metodología o recursos educativos con los que mejorar nuestro trabajo . O como si con eso pudiéramos cambiar milagrosamente nuestra forma de enseñar. 

No sé  si es que somos muy ingénuos o muy farsantes. 

Siempre vamos tarde. Mover el sistema para que se ajuste a los últimos descubrimientos es muy lento. Moverlo con calzador no suele dar muy bien resultado. Quemamos cartuchos sin haber conseguido entender a fondo la última ley que dejamos, que nunca es tan mala ni tan distinta de la que llega.

En la práctica no siempre acertamos, y es cierto que hay casos de maestros patéticos.  Pero, en general,  los niños aprenden a pesar de sus maestros, y, con un poco de suerte, por tener a alguno cerca.


Comentarios

  1. Del oficio será amiga. Pues al respecto nada tengo que decir... O no mucho.
    De las leyes educativas del país, lo que se ve y oye. De la Comunidad donde vivo, País Vasco, mis nietas, 11 y 18 años, ikastolas, hoy universidad, no tenemos mayores quejas. Si acaso la calidad/variedad de los menús cuando ocasionalmente se han quedado a comer.
    La ley educativa en este país, sujeta más a intereses políticos, como arma arrojadiza, y económicos además si es el PP, a la orden del día. Educación, sanidad, etc.
    Si es importante la educación, no digamos la Justicia y sus órganos de gobierno... CGPJ. ¿Y cómo los mantiene el PP?
    ¡En completa ilegalidad institucional y constitucional!
    Dicho lo cual Loles, y no tenía mucho qué decir, ni una palabra más!
    Se ve que vives lo tuyo con intensidad!
    Abrazos.

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    1. Gracias Ernesto. Estamos más perdíos" que el barco del arroz😖. Un abrazo

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  2. Bueno aqui en USA todo es más fácil Llegamos al país trasladados desde Buenos Aires .La vida nos encantó en Michigan primero Atlanta y luego Miami con hijos que aprendieron el idioma y amaron esta tierra rápido Aquí la educación si bien no es tan buena como en Buenos Aires,es más completa más real menos memorizar y mas actuar. es gratis. Se becaron para estudiar uno en Columbia y los otros en La Universidad de Miami. Nada nos faltó. Nos enamoramos de Miami y aquí nos quedamos. Beso bella
    Ambos son abogados aman el pais

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  3. Cuando era adolescente quería ser maestro o diseñador gráfico. Al final, estudié ingeniería agrícola. Luego, desvariando desde el diseño de jardines, llegué al diseño gráfico. Y más tarde, por fin, fui docente en diseño gráfico. Siempre me gustó enseñar, o tal vez acaparar un escenario desde el que montar mi teatrillo. Pero me parece todo dan difícil... Esa lucha continua con la vida, los alumnos, los empresaurios, los funcionaurios, los compañeros, los burócratas que nos planifican la vida, pero, sobre todo, con uno mismo. Ahora no sé lo que quiero ser, ni lo que soy: soy un vencido, supongo que un rendido. Me refugio en "mis creatividades", del mismo modo que el borracho en el alcohol. Sí sé que al menos que mis pequeños grandes héroes siguen siendo los mismos de mi adolescencia, esas personas que se dedican a lo que quise ser. Como por ejemplo, los maestros.

    Permíteme un lamento mío de aquellos tiempos (ya de paso lo he corregido):

    https://veteporlasombra.blogspot.com/2011/11/la-vida-inventada-del-maestro.html

    Un abrazo, Loles, y mucho ánimo para tu noble tarea de hormiga.

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    2. Me has emocionado! Es verdad que es difícil la lucha con uno mismo! En tu texto adjunto, sin embargo, se ve que también eres peleón. Las dificultades (no planificadas en los despachos en los que internet está garantiza) y los recursos personales desarrollados para superar la falta de inversión... Qué bueno!
      Me gustaría tener la energía de hace unos años, poder jubilarme, y regalarme una año viajando, para recuperar ilusión. Te vienes?
      Un abrazo!

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    3. Era batallador, sí. Ahora más bien trato de esquivar cualquier batalla Además, me he vuelto un flojo. Suena bien lo del viaje, sí... Por lo menos un café tendremos que tomar. A ver si al menos algún día coincidimos en el espacio-tiempo. A mi admirado el Risitas le preguntó Jesús Quintero que qué le gustaría ser: "Pensionista". Como tú, deseo jubilarme, no por la flojera, sino por eludir cualquier batalla. Pero es de justicia que primero trabaje unos cuantos años más. Claro, que antes he de buscarme un empleo. No sé si uno que me motive, pero al menos uno. Para la jubilación, el almuerzo, y los viajes. Esto parece un telegrama, stop. Pero no quería que se me pasara nada sin contestar. Me alegra haberte emocionado. Es que somos así como medio poetas. Un abrazo, Loles.

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    4. Si alguna vez vienes por Córdoba, avisa y hago de guía 😘

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    5. Por supuesto. Lo mismo digo, "cuando llegues a Madrí, chulona mía", que voy a hacerte emperatriz de Lavapiés.

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