Viajeros

Al principio fue la luz. Una luz blanca formada por todo el espectro de color. Ningún prisma que la descompusiera. Ninguna pupila que la soportara. Ningún átomo que se opusiera a su paso, que hiciera sombra. ¡Tanta luz!
Todo lo llenaba, sin cubrir nada, pues nada había excepto ella como reina y señora de un espacio infinito. Un basto espacio inabarcable por nuestra inteligencia fragmentada.

Demos por hecho que la inteligencia, en sí misma, es inmaterial. Como la bondad, la maldad o la alegría. Abstracciones sin soporte material que chocan no obstante en la luz,  produciendo chispas aún más luminosas, y que dejan pequeñas oquedades al apagarse. El recuerdo de una sombra. Algo inimaginable en ese momento.

-¿Estás segura de que lo primero fue la luz? ¿Puede existir la energía sin tiempo? Has dicho que no había nada más pero has puesto espacio ¿Puede existir la luz sin un espacio por el que viajar? ¿Tiene sentido la palabra viajar sin tiempo?
- De acuerdo.

Al principio fue el tiempo.

-Es que si no, no habría principio- La narradora sonrió e hizo un gesto con el que le mandó callar.

Un tiempo donde la luz cubría todo el espacio por igual, sin asomo de sombra. Sólo energías que intentaban definirse. No había color. Blanco como no hayas visto ninguno. La eternidad hubiera seguido su curso, eternamente blanca si no hubiera sido por las chispas. 
Saltaron después de un choque. Dos energías opuestas: Una abierta que pretende crecer abriéndose, dando de sí. Otra cerrada, que pretende crecer acaparando, limitando el espacio, abriéndose sólo para recoger y cerrar tras apropiarse.

- ¿Como el rayo de una tormenta?
-Algo así. 

Se formó una pequeña molécula de agua y la luz se disgregó en colores.
La energía cerrada se quiso apropiar de todos. Pero el color no se dejó atrapar generando, en su escapada, multitud de chispas de energía gigantesca. Surgieron muchas más gotas de agua. Las primeras sombras. El primer baile de la luz. El primer soplo de aire: líneas de presión dibujadas por el paso del agua. 

Más ambición creciendo, más choque de energías, más átomos formándose, el primer mineral, el primer atisbo de vida...

- ¿Aún siguen luchando? ¿No hay quien les mande parar?
- Ya no es como al principio. La energía quedó atrapada en los objetos, en los seres vivos. Son ellos los que deciden parte de su curso, cómo transformarla.
-¿Tú te estás apagando? ¡Eres tan vieja...!
- Me estoy transformando, sí, volveré a ser parte de la luz y de la vida.

Se quedó dormida en la butaca. Su nieto la arropó. Aceleró la nave hasta velocidad de la luz y desapareció en el espacio como si fuera una estrella fugaz.




Comentarios

  1. Un original relato, futurista, que pretende partir del origen de los "tiempos"... :))))

    "En el principio Dios creó el cielo y la tierra..." Así reza el Génesis, primer libro de Moisés.

    Pero en el "Libro Esenio de la Creación", muy anterior al primero y tal vez origern de éste, la frase empieza con: "Sin principio..."

    Y es que esto del "tiempo" no parece estar tan claro a día de hoy.

    Abrazo Loles.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es difícil pensar en un principio. En un no tiempo. Solía imaginar el origen sumido en la oscuridad. Pero ¿y si sólo hubiera habido luz?. Gracias por tu comentario. Me ha encantado saber de los Esenios. Un abrazo Ernesto. Feliz Año.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares