Soñando

Restaurante de postín. Cena con nuestra familia. Yo en camisón  (combinación de lino de mi abuela. Demasiado arrugada para pasar por vestido ibicenco). Tendedero de ropa a la vista, que se convierte en la azotea de la casa de la Granja, donde vivía en mi adolescencia.
Subo sin hacer ruido para cambiarme con la que veo allí tendida. Detrás de una esquina, ¡sorpresa!, el jefe de la policía de Andújar pelando la pava con una desconocida.
-¡Hola Alfonso! ¡Uy, perdón! ¡Nada, nada, a lo tuyo!
Me escabullo. Me coloco una camiseta de tirantes que resulta ser un body, a modo de sujetador porque no encuentro ninguno. Muy feo. Otra camiseta, demasiado grande ahora, como si fuera un vestido. ¡Qué calor!
-Es por la tontería del body, ¡como si me hiciera falta!
Cuando me miro hasta los pies descubro que llevo, no unos shorts de gimnasia debajo de la camiseta como yo creía, sino unos pantalones beige largos muy bien planchados.
-¡Con razón tengo calor!
Empiezo a quitarme ropa.

-¿Dónde ha ido?
-Ella se está disfrazando.
 En la azotea acechando
 el jefe de policía.
 La cena se está enfriando
 todos nos vamos marchando
 y allí sigue "entretenía"

Comentarios

Entradas populares