Después de la tormenta

Vivir, viviendo.
Ver venir la tormenta
O verte en ella sorprendido
Dejar que te arrastre
o resistirte
Volver a ver el sol
Mirar a donde duele
¿Ahí dolía?
¿Qué ha sido?
Sólo un hueco,
un nada,
miembro fantasma que nunca estuvo vivo.
Lejos, muy lejos.
Incrédula reciprocidad
Con esta brisa suave
no recuerdo.
Sólo me llegan el sonido del mar adormecido
la tibieza del sol
las risas de los niños
el calor de quien quiero
sus luchas,
sus victorias,
sus desencuentros,
los míos,
mis búsquedas,
mis hallazgos,
mis tormentas,
la risa, su danza, los guiños.
Me envuelven
y me devuelven a la orilla
hasta la próxima tormenta.

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