Microrrelatos

1

Llevaba su virginidad bien guardada pero, cuando entró en aquella melé de cuerpos semidesnudos, tropezó y la perdió para siempre.


2

Los árboles junto a la autovía crecen alimentados por los rugidos de los motores y el humo de camiones , coches, motos…
La lluvia cae silenciosa. El viento no hace ruido. Son ellos, los  árboles, los que los días de viento o lluvia aprovechan para desprenderse de los sonidos que absorben.

Sólo si prestas atención puedes escuchar retazos de conversaciones que suben por sus ramas, sintonías de radio, el ruido de tu coche. Sólo escuchando atentamente se oye la música con la que danzan. 
Sólo si prestas atención se ve a los se agitan retorciendo sus brazos, a los que braman diciendo: ¡Bastaaaaaa!

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